La preservación del patrimonio cultural es una tarea crucial que requiere de expertos comprometidos y empresas especializadas. En este sentido, la empresa TRYCSA, con casi 50 años de experiencia en restauración y conservación arquitectónica, ha dejado una huella imborrable en la Iglesia de Santa María de Palacios en Logroño. Un proyecto que destaca por su meticulosidad y respeto por el legado histórico y cultural.
TRYCSA ha demostrado ser líder en su campo al participar en numerosas intervenciones en edificios de interés cultural. En este caso particular, la Iglesia de Santa María de Palacios fue testigo de una transformación notable gracias al trabajo de esta empresa especializada. Las imágenes del proyecto revelan la elección de dos materiales de mármol, ambos de origen nacional, que resaltan la belleza y la durabilidad de la obra.
La elección de materiales desempeña un papel crucial en la restauración de estructuras históricas, y en Mármoles Tofé esto lo comprendemos a la perfección. En el caso de la Iglesia de Santa María de Palacios, se utilizaron dos tipos de mármol, cada uno con su singularidad. El mármol Crema Marfil, extraído de las canteras de Monte Coto en Alicante, y el mármol Negro Marquina, procedente de las canteras de Marquina, fueron los elegidos para este proyecto.
Ambos materiales no solo destacan por su elegancia y resistencia, sino que también contribuyen a mantener la autenticidad del edificio, al ser de origen nacional. Esta elección consciente refleja nuestro compromiso con la sostenibilidad y el respeto por la riqueza natural de nuestro país.
Las imágenes capturan la atención de quienes observan, revelando un diseño ingenioso y artístico en los suelos de la iglesia. La disposición de las piezas de mármol Crema Marfil forma una cruz, integrándose armoniosamente con el resto del suelo. En el centro, el mármol Negro Marquina crea un patrón de damero, semejante a un tablero de ajedrez. Este diseño meticuloso no solo es estéticamente atractivo, sino que también rinde homenaje al carácter sacro del lugar.
Un detalle destacado que demuestra la dedicación de Mármoles Tofé a la excelencia es el proceso de pulido en situ. Todas las piezas fueron colocadas en bruto y pulidas una vez terminado el montaje. Este enfoque meticuloso permitió lograr una planificación perfecta, garantizando que cada detalle estuviera en su lugar, respetando así la integridad del Bien de Interés Cultural.
